Cualquier interrupción en un programa educativo puede poner a los estudiantes en desventaja. Retrasos en los planes de estudio, enfermedades prolongadas y problemas administrativos pueden hacer que los estudiantes fracasen. Ningún otro evento reciente ha afectado tanto la educación como la pandemia de COVID-19. Los confinamientos y las clases en línea redujeron la calidad de la enseñanza y ofrecieron menos oportunidades de aprendizaje.
Investigaciones en el Reino Unido muestran que los estudiantes perdieron aproximadamente el 35% de un año escolar normal entre 2020 y 2022. Una dimensión que aún no se ha estudiado a fondo es el efecto del COVID en la educación sexual.
¿Qué dice el estudio?
El estudio, titulado Sex Ed by Brown Med: The Impact of COVID-19 on Middle Schoolers’ Sexual Health Education, fue dirigido por estudiantes de medicina de la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad Brown.
Se compararon dos grupos de estudiantes de secundaria:
- Uno recibió el programa entre 2018 y 2019 (antes de la pandemia).
- El otro entre 2023 y 2024 (después de la pandemia).
Ambos grupos participaron en un programa de ocho lecciones impartido por voluntarios médicos. Los temas incluyeron:
- Comunicación
- Consentimiento
- Toma de decisiones
- Sexo seguro
- Relaciones saludables
- Pubertad
- Salud reproductiva
- Orientación sexual
- Identidad de género
Los estudiantes completaron cuestionarios para evaluar sus conocimientos y creencias.
Resultados:
- El grupo pre-pandemia mostró mejoras en sus creencias sobre salud sexual.
El grupo post-pandemia no mostró cambios significativos en sus creencias tras el programa.
¿Por qué es importante?
Estos hallazgos respaldan preocupaciones más amplias sobre el impacto a largo plazo del COVID en el compromiso estudiantil. Aunque los conocimientos se mantienen, la falta de cambio en las creencias muestra lo difícil que es fomentar cambios de comportamiento en las escuelas.
Esto podría tener consecuencias a medida que los estudiantes crecen. Creencias negativas o incorrectas sobre la salud sexual pueden llevar a:
- Mayor riesgo de embarazo adolescente
- Mayor transmisión de ITS
- Dificultad para tomar decisiones informadas sobre relaciones y actividad sexual
El estudio también destaca cómo la pandemia afectó las actitudes hacia temas escolares. La interrupción del aprendizaje y el acceso limitado a recursos de apoyo pueden haber reducido la apertura y el compromiso de los estudiantes.
Los investigadores subrayan la necesidad urgente de actualizar los programas de educación sexual.
“El currículo de salud sexual debe evolucionar para encontrarse con los estudiantes donde están y darles las herramientas que necesitan”, dijo Haddock.
Esto implica no solo ajustar el contenido, sino también mejorar la forma en que se enseña, para abordar mejor las necesidades sociales y emocionales de los estudiantes.
Reflexión final
Todos los estudiantes deberían recibir educación sexual, pero los adultos también pueden seguir aprendiendo a lo largo de sus vidas.
Cuanto más sepas sobre tu salud sexual, más poder tendrás para actuar.
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